Ubicadas en una casona del siglo XVIII. Diferentes cada una de ellas en tamaño y decoración, que es de estilo colonial mexicano, con muebles en hierro forjado y madera. En los baños resalta la talavera pintada a mano por artesanos de la región. Todos estos detalles las hacen acogedoras y confortables.

Tenemos habitaciones internas que son más tranquilas, algunas con chimenea, para los que quieren descansar después de un día de caminata por esta hermosa ciudad que cuenta con más de seiscientos callejones.